Ficha técnica y artística
No han defraudado los Coen y se han cumplido las expectativas que había generado esta película entre los cinéfilos y también entre los amantes del papel cuché y las noticias del corazón, que hasta quienes sólo iban al cine a pasar el rato y no habían oído hablar de estos hermanos en su vida –incluyo a algunos críticos de tres al cuarto que abundan por el panorama periodístico, generalmente electrónico o gratuito, de este país- estaban ansiosos de que llegase la película a las carteleras patrias.
Imagino que a éstos últimos, saber o descubrir que los Coen son los tipos que crearon grandes películas como Fargo, Sangre fácil, Muerte entre las flores, Barton Fink, El Gran Lebowsky o El hombre que nunca estuvo allí y algunas cintas menores, como Arizona Baby, El gran salto, O Brother, Crueldad intorelable o Ladykillers, se quedarán tan anchos. Pero estos hermanos, que suelen firmar al alimón la dirección y el guión de sus películas constituyen uno de los pocos oasis que quedan en el cine norteamericano “independiente” de gran distribución.
Sin embargo, la profunda maestría cinematográfica de No es país para viejos ha quedado eclipsada en España por la interpretación de Javier Bardem, gran actor, ciertamente, pero que en esta película, en mi humilde opinión, quizá a contracorriente, pues ha sido premiado en varios importantes festivales y es candidato a los Óscar, basa su trabajo en poner cara de malo y no mover un músculo.
Creo que el mérito principal de su actuación lo hacen la madre naturaleza por haberle dotado de ese rostro primitivo, la peluca de pederasta de patio de parvulario que luce su personaje y sobre todo la cámara de los Coen, que sabe buscar el plano ajustado y el enfoque preciso para mostrarnos el alma sin pliegues de ese asesino metódico, implacable y vengativo que es el traficante Anthony Chigurh.
Y desde luego en nada desmerecen las de Tommy Lee Jones o Josh Brolin, el Sheriff y el buscavidas lugareño, el primero mostrando un hombre desencantado por el sino de los tiempos y la Arcadia perdida, y el segundo exhibiendo a un hombre abatido por la guerra pasada en una existencia mediocre que ve la oportunidad de su vida en ese encuentro fortuito en su territorio de caza. Ello hace pensar que los Coen, además de crear buenas historias y narrarlas con verdadera maestría cinematográfica, saben dirigir actores.
Esta película en realidad la historia de una fatalidad y, como en las tragedias griegas, el destino está escrito de antemano por mucho que se luche contra él. En este caso todos los personajes tienen sólidas motivaciones para emprender su peripecia, igual de legítimas, aunque algunas no sean legales. Chigurh tiene un código propio para defender sus intereses y decidir sobre la vida de alguien, que a veces confía a la suerte de una moneda, pero lo tiene y lo mantiene por encima de todo y después de todo. Moss, el excombatiente, también: sabe que no está mal robar a un ladrón, aunque él se convierta en fugitivo, y su desgracia comienza con un buen gesto. El sheriff ha de cumplir con su deber y detener a ambos en un tiempo que ya no le pertenece.
No es país para viejos es una película seca, como el restallar de un látigo y el vasto desierto tejano donde en tiempos de cambio estos llaneros solitarios se baten en un duelo de valores por un maletín lleno de dólares, cada uno con los suyos y cada uno con sus trampas correspondientes. Una película de frontera, de peligro, de drogas, y muerte, un “western” al atardecer, un duelo al sol, bajo la peculiar y profunda mirada de los hermanos Coen.
Pascual Serrano
Un ex combatiente de Vietnam, integrado en su comunidad y con una joven esposa, descubre en el desierto en el que caza en sus ratos de ocio varios cadáveres recientes, un hombre malherido y un maletín lleno de dinero en lo que parece una transacción mal cerrada entre bandas de traficantes. Se queda con el dinero, pero al regresar de noche para darle agua al superviviente es descubierto por el resto de malhechores. Se inicia entonces una cacería de otra índole a tres bandas que durará toda la película: el artífice del engaño y asesino despiadado persiguiendo su botín, el otro clan de traficantes buscando lo mismo y el sheriff tratando de encontrar al asesino y al excombatiente antes de que uno acabe con el otro.
Dirección: Ethan Coen y Joel Coen. Guión: Joel Coen y Ethan Coen; basado en la novela homónima de Cormac McCarthy. Producción: Joel Coen, Ethan Coen y Scott Rudin. Música: Carter Burwell. Fotografía: Roger Deakins. Montaje: Roderick Jaynes. Diseño de producción: Jess Gonchor. Vestuario: Mary Zophres. Interpretación: Tommy Lee Jones (sheriff Bell), Javier Bardem (Anton Chigurh), Josh Brolin (Llewelyn Moss), Woody Harrelson (Carson Wells), Garrett Dillahunt (agente Wendell), Kelly Macdonald (Carla Jean Moss), Tess Harper (Loretta Bell) et alii. Duración: 122 min.
1 comentario:
Estoy de acuerdo, buena película y mejor director, pero no coincido con lo de la actuación de Bardem, a mí me parece memorable.
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